Beatriz Redondo: “Una buena nutrición se traduce en mejor inmunidad y mayor bienestar animal”
Para lograr un equilibrio completo en su alimentación, el animal necesita nutrientes específicos, como vitaminas y minerales; y aportes de prebióticos, probióticos y postbióticos, formulados estratégicamente para cada especie y cada entorno. De este modo garantizaremos una alimentación óptima y de precisión, que se traducirá en una mayor inmunidad y productividad. Así lo explica la experta Beatriz Redondo.
¿Qué es el bienestar animal? Se trata de un concepto que va mucho más allá de un pastoreo tranquilo o de un sonido relajante en la granja.
Según indica Beatriz Redondo, profesora de Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Bienestar Animal, lo primero que hay que hacer para garantizar el bienestar animal es analizar la genética de esa especie en concreto, su sanidad y las materias primas que componen su alimentación. Después, es importante estudiar en qué ecosistemas vive y a qué retos se enfrenta en cuanto a instalaciones, capacidad de pastoreo, temperatura… A partir de ahí, “se busca conseguir una alimentación de precisión, que no se dirige a la colectividad, sino al animal, y en un entorno específico”, asegura.
La salud del suelo, el principio del bienestar animal
El bienestar animal tiene una relación indisoluble con la salud del suelo, que determina a su vez la salud de la planta, la de los animales y, por último, la de los seres humanos.
“Una buena nutrición lleva a una mejor inmunidad y, con ello, a un mayor bienestar del animal. Pero debemos asegurarnos primero de que las materias primas que utilizamos para esa alimentación proceden de un suelo regenerado”, afirma la experta. Y explica que, cuando hay un empobrecimiento en el suelo o patógenos importados por especies y sustratos foráneos, el efecto es similar al que experimenta una persona estresada: “Su microbiota se desregula y se hace necesario restablecer el equilibrio, restaurando los microorganismos autóctonos”.
Probióticos, prebióticos y postbióticos: la trilogía estrella
Una vez equilibrado el microbioma del suelo, “es fundamental equilibrar el microbioma del animal”, remarca Redondo. “Aunque el suelo sea óptimo, es necesario hacer un aporte extra en su alimentación que regenere su sistema y responda a sus necesidades de animales en permanente evolución”, apunta.
Por otro lado, para garantizar el crecimiento y mantenimiento de la vida del animal son esenciales componentes como las vitaminas, minerales y aminoácidos, los cuales, a su vez, “interaccionan con las bacterias y sus metabolitos, haciendo que se absorban y conserven mejor”, indica la experta.
La inmunidad, desde el intestino
Una buena nutrición del animal se traduce en un refuerzo de su inmunidad, ya que “el sistema inmune viene determinado por el intestino”, asegura Redondo. “Cuando hay una enfermedad, patología o estrés, las bacterias vivas sufren y disminuyen, de manera que el animal no tiene manera de generar todos esos postbióticos que necesita de forma natural. En consecuencia, es más propenso a sufrir enfermedades o a padecerlas más tiempo”, afirma Redondo.
Además, advierte de que los animales con un intestino y una microbiota desequilibrados “no están tranquilos”. Y asegura que su comportamiento puede verse afectado por ansiedad y estereotipias (movimientos o posturas ritualizados o repetitivos sin un fin determinado).
En los animales rumiantes, el rumen desempeña también un papel fundamental en la salud inmunológica, puesto que alberga una gran volumen de bacterias beneficiosas esenciales para la digestión y producción de postbióticos, además de producir nutrientes vitales. Por eso, cuando el rumen no es capaz de sintetizar los nutrientes fundamentales para la inmunidad, se requiere una aportación externa.
‘One health’, Una sola salud
Cuando garantizamos la salud del suelo primero y la de los animales, después, para garantizar el bienestar animal, “creamos una secuencia de enriquecimiento que redundará en el bienestar del ecosistema”, afirma Redondo.
Este pensamiento responde a la visión ‘One health’, Una sola salud, que aboga por restablecer el equilibrio individual de cada especie para lograr una salud global. “Cada ser vivo necesita desenvolverse en un ecosistema concreto, con un tipo de ritmo y una alimentación específica”, subraya la experta, ligada al mundo rural desde su niñez, en un pueblecito cerca de Segovia, rodeada de vacas, cerdos y gallinas. “El bienestar animal está alineado con la sostenibilidad y con ese deseo innato de conservar lo bonito que nos ha dado la naturaleza». «Ser sostenibles implica divulgar este legado y preservar el equilibrio”.
España, líder en Bienestar Animal
Según destaca Redondo, España es líder en bienestar animal dentro del conjunto de Europa. “El hecho de que sea el país europeo con más facultades de veterinaria, de que haya un módulo en cada comunidad autónoma dedicado en exclusiva al bienestar animal y de que contemos con una regulación más estricta que el resto, es indicativo de la importancia que se le concede a este tema en nuestro país. “España está muy formada y concienciada en la cultura del cuidado animal”, concluye.